Simón el Mago




Este mago samaritano y quizá, maestro gnóstico del primer siglo cristiano, es conocido del nuevo testamento en el libro de los hechos y por escritores cristianos posteriores. De acuerdo a Hechos (capitulo 8) Simón era un mago, bautizado como cristiano después de haber observado 'milagros' realizados por evangelistas cristianos en Samaria. Dos apóstoles, Pedro y Juan, vinieron de Jerusalén y pusieron sus manos sobre otros convertidos, quienes a su vez, recibieron el espíritu santo.
Simón ofreció dinero (de ahí viene el término de simonía) para obtener de ellos el poder de la transmisión; Pedro lo reprendió con dureza y predijo su perdición. Posiblemente el autor de los hechos sabía que Simón era un gnóstico revelador y redentor, pues él se describía a sí mismo diciendo 'que era alguien grandioso' y conocido en Samaria como: 'ese poder de Dios que es llamado grandioso'.  Puede ser que el autor intencionalmente se abstuvo de mencionar su peligrosa enseñanza gnóstica, aunque es posible que Simón no lo hubiera desarrollado entonces.

De cualquier manera, para los tiempos del teólogo Justino mártir (150 D.C.) Simón era visto como el fundador de la herejía cristiana. Justino mismo vino a Samaria y supo que Simón era un nativo de la villa de Gilla. Se decía que había clamado ser 'el primer Dios' y que una prostituta llamada Helena encarnaba la 'primera concepción' de su mente. Era adorado prácticamente 'por todos los samaritanos'. Se le dijo a Justino que incluso en el reinado de Claudio (41-54) Simón había practicado el arte de la magia en Roma; el senado y el pueblo romano exigieron una estatua en su honor con la inscripción: SIMONI DEO SANCTO (A Simón, sagrado Dios).
Desafortunadamente, en el siglo XVI, esta inscripción, o una parecida, fue encontrada y decía:
SEMONI SANCO DEO FIDIO, una dedicatoria a la deidad Sabina Semo Sancus. Presumiblemente el error fue a causa de no solo la pobre vista de Justino si no al poder de la sugestión ejercida sobre él por los simonianos. Refleja la propaganda simoniana de la mitad del siglo segundo.

Otros escritores de la iglesia, quizá respaldándose en una obra perdida de Justino, dicen más acerca del sistema de Simón. Era el 'padre sobre todo' y en el principio emitió desde él 'la madre de todo', su primer pensamiento. Ella descendió de lo alto y generó ángeles y poderes quien, en turno, hicieron el mundo. Por su deseo de ser vistos como los creadores supremos, aprisionaron a su madre y la hicieron de un cuerpo femenino a otro - por ejemplo, en Helena de Troya, cuya belleza fatal fue la causa de la guerra troyana. Finalmente fue cautiva en el cuerpo de una prostituta de Tiro.
Simón, quién la veía como su oveja perdida (véase Lucas 15, 4-7) descendió de las esferas planetarias para ver por ella y salvarla.
Aparece ante los judíos como hijo (esto es, como Jesús), entre los samaritanos como padre, y en otros lugares como el espíritu santo; sus seguidores incluso lo identifican con Zeus, y a Helena como Atenea. Su rescate de Helena fue un modelo de su rescate de 'aquellos que son suyos en cualquier parte. Él la libero y a ellos de la autoridad de los ángeles hostiles, que no solo han creado el mundo si no han producido/creado la ley del antiguo testamento y las profecías con el fin de esclavizar a la humanidad bajo la moralidad convencional.
Los seguidores de Simón, salvados por 'su gracia' o favor, eran libres de hacer lo que quisieran. Lo que querían, según los críticos cristianos, era hacer uso de encantamientos y magia.

Con el paso del tiempo, más detalles sobre la vida de Simón salieron a la luz. Los cristianos en Roma, contaron acerca de su vuelo por la ciudad, terminado abruptamente por las oraciones del apóstol Pedro. Otros decían que trató de emular la muerte y resurrección de Jesús, pero que no sobrevivió a la experiencia. En las novelas judeo-cristianas clementinas es descrito como un seguidor del hereje judío o samaritano Dositeo, quien lo reconocía como 'el que está de pie', como Dios.
La magia de Simón, se decía, podía producir todo lo que uno pudiera desear: invisibilidad, invulnerabilidad, animación de estatuas, pasar por debajo de las montañas, y transformación en animales como en una oveja o un cordero -¡vaya sorpresa!-
Como Jesús, se dice que nació de una madre virgen.
Al parecer, la peculiaridad de nacer de una virgen algo común en el pasado. Revise usted la cantidad de deidades de las que se afirma tal hecho. 
Lo que no es extraño es que ya nadie proclame eso en nuestros días, pues solo un loco o un verdadero ignorante podría referir semejante cosa. 

Desde el siglo XVI la figura de Simón el mago se ha fusionado, en la cultura occidental, con la de Fausto el mago, cuya memoria se mezcló con relatos medievales acerca de Simón y con la idea del pacto con el diablo. El primer libro acerca de este Fausto, por un autor anónimo, fue publicado en Frankfurt en 1587.
En una traducción al inglés inspiro a Christopher Marlowe con su historia trágica del doctor Fausto, publicado en 1604.
Extremadamente popular durante el siglo XVII y XVIII, la historia de Fausto llegó a su máxima expresión en el trabajo de Goethe, que lo transformó y profundizó su interpretación filosófica.
Compositores también fueron atraídos por la historia, por ejemplo Berlioz, Liszt y Gounoud en la era romántica. La más exitosa fue aquella lograda en la octava sinfonía de Gustav Mahler en 1907.
El Fausto moderno no es, claro está,  idéntico a Simón el mago del primer periodo cristiano, que no era descrito por haber hecho un pacto con el diablo; Y la Helena de Fausto no es la misma de Simón.
El énfasis de Goethe en la bondad de la lucha y la libertad humana, sin embargo, no es diferente al esfuerzo simoniano de la emancipación y la magia.
Ciertas preguntas planteadas por los simonianos, fueron enfrentadas más radicalmente que en su caso lo fueron sus contrapartes cristianas.
Ello era que ¿el hombre debía simplemente aceptar (o en su caso, entre grupos ascéticos rechazar) el mundo natural o debía controlarlo? ¿En qué medida eran los sistemas éticos tradicionales y bíblicos, simplemente una convención?
¿Cuál era el papel de la mujer o el 'principio femenino' en el orden creado o en el proceso de salvación?
Estas preguntas eran hechas en el tratamiento moderno de la figura de Fausto, pero en principio, al menos, ya habían sido hechas por los seguidores de Simón el mago.

R.M. Grant. Gnosticism and Early Christianity.
(la traducción y lo subrayado es mío)

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