La Desnudez (obviamente humana, los animales son más liberales en ese sentido)



No hay nada indignante o escandaloso en la velada desnudez de los cuerpos vistos tenuemente en los vapores de un baño turco, precisamente porque ahí es donde espera uno verlos. En el teatro, por otro lado, donde la desnudez es el ensayo del consuetudinario o convencional orden de las cosas, la incongruencia de un reparto desnudo en el escenario normal puede causar sensación. La misma idea básica de incongruencia subyace en el uso de la desnudez en el mito y la magia.

En el Distrito Trichinopoly en el sur de la India, escribió un observador ingles en 1912: 'cuando los tanques y ríos amenazan con desbordarse, los hombres permanecen desnudos en el terraplén y tocan sus tambores; Y si llueve abundantemente, hombres desnudos alzan antorchas contra el cielo.
¿La idea? se supone que su desnudez calma a los poderes que traen la lluvia, y detienen su avance.'
Otro investigador de costumbres indias, escribió allá por 1919 que 'mujeres y jovencitas de altas castas, en tiempos de sequía, tienen el hábito de despojarse de sus vestimentas por la noche y arrastrar el arado a través del campo.' Los hombres sin embargo, están excluidos de este ritual, que es llevado a cabo con la esperanza de que Indra, o alguna otra deidad de la lluvia, sea conmovido por tan inusual práctica.

La cuestión de las mujeres desnudas con el arado probablemente está ligado con las connotaciones sexuales del arado, aunque quizá esta asociación se haya perdido en el ritual hindú. El hecho de que este es un rito muy primitivo, lo sabemos porque lo encontramos en países muy lejanos a la India, en diferentes contextos. En Julio de 1905, se registró un caso de campesinas rusas, que se desnudaban por turnos, alejando el cólera de su aldea arrastrando un arado alrededor de la misma a medianoche.
También es conocido que campesinos rusos castigaban tiempo atrás a las adúlteras, atándolas desnudas a los arados.



La desnudez -según estas arcaicas ideas-, otorga poderes mágicos sobre los poderes de la naturaleza, no solo a través de tal incongruencia, si no a través de el supuesto poder que tienen los órganos sexuales para alejar la maldad. Este poder es derivado de las funciones reproductivas de tales órganos, lo que ocasiona que sean vistos como enemigos de la esterilidad, la enfermedad y la muerte.
El remedio contra el cólera probablemente fue aplicado en épocas pasadas por mujeres desnudas.

Considerando que la eficacia de la desnudez en la magia viene de el contraste que ofrece desde la convención, no sorprende que en materia de enfermedad, exista la idea complementaria de asociarla con la desnudez como su causa. Cuando la plaga brotó en el pueblo alemán de Shassburg a principios del siglo dieciocho, se creía que la señal de la llegada de la enfermedad a los barrios del pueblo hasta entonces no afectados, era la aparición de una dama desnuda. Este contraste con un antigua cura romana para los abscesos registrada por Plinio, en la cual una joven desnuda administraba un ungüento hecho de siete ingredientes pronunciando algunas palabras mágicas: 'Apolo, el contagio no se esparcirá dónde una virgen desnuda se haya limpiado.'

Uno de los rituales de desnudez más primitivos por su frecuente asociación con la creación de la lluvia, es en la cura de la esterilidad. En Bombay, las mujeres que deseaban tener hijos se dirigían al templo de Hanuman, el dios mono, completamente desnudas y abrazando la imagen del dios. En cualquier lugar en la India, mujeres que suponían ser estériles, caminaban 108 veces alrededor de una higuera, completamente desnudas, atando un hilo de algodón sobre el tronco.

Con el paso del tiempo, sin embargo, el significado original del desnudo en los rituales puede olvidarse, perderse, o confundirse con alguna otra creencia o costumbre. Esto parece haber sucedido con la leyenda Inglesa de Lady Godiva. La versión más temprana de esta leyenda se encuentra en Flowers of History de Roger of Endover, escrito a principios del siglo 13. Según Roger, la condesa Godiva montó desnuda de un lado a otro del pueblo de Coventry, a fin de satisfacer las condiciones impuestas por su marido, Leofric, Conde de Mercia, quien había prometido liberar al pueblo de Coventry de la opresión con que la regía, si ella hacía aquello.
Historias con el mismo motivo básico de un favor real, divino o mágico otorgado a una princesa que hace su aparición al desnudo son contadas en la India, Mongolia y Persia.  En muchos de estos, como en versiones posteriores de Lady Godiva, un testigo masculino aparece (Peeping Tom -o el mirón- en la historia de Coventry), con desastrosas consecuencias para él y para otros. Que su crimen es serio se muestra en su castigo -la ceguera- que viene a ser una castración simbólica, y reservada para graves ofensas sexuales.

Nos alejamos aquí de los usos estrictos de la desnudez en la magia hacia su importancia en ritos sagrados. Sacerdotes, sacerdotisas y profetas desnudos actúan en rituales religiosos separados tanto en tiempo como en espacio. El autor griego Eliano (siglo 3 A.C.) dice que en Epiro, la sacerdotisa de Apolo, una virgen desnuda aparece sola ante el templo y alimenta las serpientes. El sacerdote de Shiva, la diosa Veda de la reproducción, quien debía ser célibe, apareció desnudo ante los creyentes en el Lingam o falo (entiéndase con todos sus atributos al aire).

Aquí de nuevo, no es difícil ver la idea contraria a la desnudez como algo sacrílego.
Al flamen dialis o Sacerdote de Júpiter de la antigua Roma, no se le permitía llevar descubierto nada, solo su cabeza bajo el cielo, que era obviamente, el dios mismo. Si su canónico sombrero de piel blanca caía durante un sacrificio, era obligado a renunciar.

El cristianismo tiene su capitulo aparte en cuanto a su visión de la desnudez humana. La desnudez y los placeres de la carne son sus principales demonios.

La desnudez sacrílega es vista como una característica de la herejía (herejía entendida desde el punto de vista cristiano), como puede verse notablemente en el caso de los Adamitas.


Esta secta rusa, cuya reputación sobrevivió hasta entrado el siglo veinte, pretendía despojarse de la modestia como una reliquia de la caída del hombre, y se presentaban a servicio divino completamente desnudos. Que esta es una herejía recurrente se muestra en el hecho de que hay un registro en el que el papa Honorio IV, ordenando la persecución de un grupo de herejes alemanes que profesaban creencias similares a los Adamitas hacia fines del siglo trece. Hasta 1925, había una secta en California que sostenía orgías al desnudo y cuya sacerdotisa, Anna Rhodes, creía que ella y su esposo eran Adán y Eva, y su hogar el jardín del Edén.

En otros tiempos, la desnudez ha aparecido en el cristianismo sin ser pensada como una herejía.
El padre Pierre David, capellán de un convento en Normandía en el siglo Diecisiete ordenaba a las monjas a asistir a la misa desnudas como 'señal de pobreza y humildad.'  No es una razón convincente, pues el lascivo capellán podía citar gran cantidad de citas bíblicas referentes a la desnudez como un símbolo de humillación y vergüenza. Una vez más, es la incongruencia esencial de la desnudez de los prisioneros egipcios en Isaías 20:4, por ejemplo, 'con las nalgas descubiertas, para vergüenza de Egipto' lo que hace de ello un acto humillante.

Es la inconvencionalidad de la desnudez quizá, lo que le dice a las brujas que realicen la mayor parte de su magia desnudas. Pero hay un tipo de razonamiento que debe ser observado aquí, ya que las brujas frecuentemente decían que trabajaban desnudas para no impedir el flujo mágico que sus ceremonias generaban en sus cuerpos. Un candidato o candidata a brujo o bruja, en las colinas Ozark en los Estados Unidos, se dice que se ofreció en alma y cuerpo al diablo en ritos de iniciación durante los cuales se desnudaban y copulaban con otros hombres responsables de enseñarles.

En una sociedad donde la desnudez era la regla, las brujas no dudaban ponerse ropaje mágico.
La cuestión de ese comportamiento es el contraste que hace con las normas convencionales, y esta es la razón de los usos modernos de la desnudez en la publicidad por ejemplo, o en un escenario. Esto no quiere decir que la desnudez ha perdido su esencial función mágica. No es un accidente que en los treintas el desnudismo se convirtió en moda en la Alemania Nazi, hogar de un extraño culto en aquél momento; Al día de hoy, la sociedad ha perdido de gran manera la creencia en los poderes mágicos de la desnudez como tal. Pero el internet y su ristra de monstruos de mil cabezas como son las redes sociales, el porno y el cine, han desatado algo sin precedentes, hasta el punto de volver la desnudez, algo completamente diferente y hasta irracional.

El ser humano siempre encontrará la forma de simbolizar su desnudez.
En palabras más mundanas:


Pretextos no faltan para sentir de pronto esa sensación de ¡Mucha Ropa!

y sentirse así, solo un poco más libre...


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