Pre-Gótico psicódelico...

Sin saber exactamente porqué - ya que el cerebro en ocasiones hace cosas así aparentemente por pura diversión-,  Syd Barret me remite mucho a un Robert Smith de los sesentas; ¿o al revés? Robert Smith un Syd Barret de los ochentas. Sí, creo que aplica mejor.

Aclarando, antes de que se enciendan algunas antorchas, que es una reminiscencia física solamente, pues musicalmente el originario de Cambridge estaba en verdad adelantado     - y a la vez ¡Oh paradoja!- mentalmente fuera de su tiempo.

Aunque Robert tiene por su parte sus singularidades como principal inspirador del New Wave y el Goth, además de ser la principal influencia en movimientos del Rock en Latino-América, sin el cual no hubiese existido el sonido de grupos como Caifanes y Soda Stereo, en realidad no posee esa clase de genio que caracterizaba a Syd, de quien Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin, pensaba que junto a Jimmy Hendrix, eran músicos, como mencioné más arriba, adelantados a su tiempo.

En esta visión muy particular, creo ver algo de Goth tempranero en imágenes como estas de Syd. Pero un Goth tocado brillantemente por la aguda luz del diamante de la locura.

Solamente escuchemos Piper at the gates of dawn y The madcap laughs con mesura y atravesaremos hacia otro mundo sobre el Arco-iris mental de Syd.

A veces deseé que me cantara Matilda mother antes de dormir. 
Sería extraño escuchar algo que sonara a The Pink Cure...

Creo que me llevaría de la mano a un lugar donde, desnudos, se le puede aullar a la luna.