La Felicidad Cristiana

El problema de la visión cristiana de la felicidad, radica en que ésta, para ellos, no se encuentra en el mundo de los vivos, o el mundo 'vivo', si no en otro lado, en la muerte, o más específicamente, el más allá, ese mundo imaginario al que les gustaría llegar más pronto que tarde. En esto, comparten con sus hermanos Abrahámicos musulmanes mucho en común. El desprecio de esta vida por una que anhelan, frenéticamente, y de la que sólo es palpable en la ilusión de sus mentes. Cualquier viso de felicidad -como tal- lo han corrompido con su enferma visión del pecado. No hay nada en ese mundo, para el cristiano, que no haya sido manchado por esa aberración del pensamiento que es la noción de pecado. Pues para ellos, todo humano es "pecador" incluso antes de nacer. ¿Cómo pueden las personas sentirse identificadas y 'regirse' por un pensamiento antinatural como este?
Aún en términos de una aceptación de cierta idea de felicidad, lo hacen a través de una expresión tan ambigua como la de San Agustin: ¡Felix Culpa! Feliz pecado, solo porque nos valió el redentor. 
Y sí, cuando los ves arrodillados, contemplando esa imagen martirizada de un judío llevado por la justicia romana a uno de los tormentos mas execrables que se le pueden ocurrir a los seres humanos, sabes de cierta manera, que esa es la forma de felicidad que entienden, tal vez la única.
Quieren ver al mundo arder y de rodillas, Como su ídolo, mientras ellos lo contemplan, 'sufren por él', con los ojos enjugados en lágrimas.

                                                                                                  Fabián Granados.