Low- Words

Pasé demasiado tiempo tratando de entender todas las sensaciones que esta canción provoca en mí. Pasajes oscuros de mi infancia y adolescencia se sucedieron ante mis ojos y mi memoria. Algunas de ellas -la mayoría-, sensaciones de ansiedad y miedo, inseguridad y pánico. Dolor sería la más aproximada. Pero no dolor físico o sentimental. Si no un dolor simple y profundamente humano.

Un cúmulo de imágenes tempestuosas, como nubes oscuras aproximándose a la cercanía de un cielo limpio y azul. Entonces lo entendí. Cada vez que escucho esos acordes, su lentitud, sus pausas, y ese verso en el que se exclama “And i can hear 'em…” sé lo que es. Son los muertos, mis muertos, todos los muertos, sus voces en mi memoria y en cada fibra de esto que me hace ser yo. Si las voces de aquellos que están a punto de morir, o que ya han muerto y que no pueden decir nada, se resumiera en un sonido, sería el que me comunica esta canción.
Me representa el sonido de la agonía, la atmósfera en la que me sumerge, es el eterno y mudo instante en el que sabes que vas a morir, o que ya has muerto, y el silencio y la inefabilidad que lo acompaña…

¿Por qué? No lo sé.